jueves, 25 de febrero de 2016

Pascua 2016: Editorial

“Gracias… Jesús por tu AMOR”


Queridos Amigos:
               
Nos acercamos a la Pascua y volvemos a celebrar el gran triunfo de Jesús sobre el pecado y la muerte. Jesús en la Pascua nos devuelve la vida de la Gracia, esa vida que la humanidad perdió a partir del pecado original. Por eso le decimos a Jesús: ¡gracias por tu amor! Un amor que es capaz de dar la vida por sus amigos, un GRAN AMOR.

Este año es un año especial, es el Año de la Misericordia, un Año Santo que nos regala la Iglesia y el Papa Francisco. En este año queremos vivir de un modo especial el gran amor de Dios que nos regala Jesús. La Misericordia es una palabra que está en casi toda la Biblia y significa: amor a los más pobres y abandonados, amor a los pecadores. Es el amor preferencial de Dios Padre y de Jesús. La Biblia nos dice que Dios es rico en misericordia y que esa misericordia de Dios permanece para siempre. Jesús nos enseña que debemos ser misericordiosos como nuestro Padre del Cielo, y para ello nos cuenta una serie de parábolas que explican con ejemplos muy sencillos lo que significa la misericordia de Dios: la oveja perdida, la mujer que perdió una monedita y busca en toda la casa hasta encontrarla y la parábola del Hijo pródigo. Nos dijo también que debemos perdonar a quienes nos han ofendido. Lo pedimos todos los días en el Padrenuestro.

Para vivir este Año Santo se nos invita a pasar por la “Puerta de la Misericordia” que se ha abierto en nuestra Catedral y en muchas Iglesias de Buenos Aires. Es una puerta especial, al pasar por allí una lluvia de gracias recibimos del Cielo, en especial la gracia del perdón en el sacramento de la Reconciliación y la gracia de la Indulgencia Plenaria, que es un regalo muy grande de la Iglesia para momentos muy importantes como este Año Santo. La Indulgencia nos borra la culpa y el peso por los pecados cometidos, no sólo los propios, sino de otras personas y de los difuntos.
               
Además el Papa Francisco nos invita a poner en práctica las obras de misericordia corporales, y espirituales. Esas obras las debemos aprender en el Catecismo y poner en práctica en todo momento: en la familia, en la escuela, en la calle, con los amigos, en el trabajo. De esa forma nos hacemos cargo de nuestros hermanos, en especial de los más pobres y necesitados.

Vivamos la Pascua con Jesús, aprovechemos la Semana Santa para concurrir a la Iglesia y celebrar el Gran Amor de Jesús por nosotros.

Vivamos la Pascua en familia, muchos aprovechan para salir de vacaciones pero no nos olvidemos nosotros, los cristianos, que la Semana Santa son días de mucha oración, son días para hacer presente el Gran Amor de Jesús por nosotros.

Vivamos la Pascua y anunciemos que Jesús está vivo, que nos acompaña siempre, que nos invita a ser sus misioneros. Llevemos la Alegría del Evangelio y digamos y si es posible gritemos a los demás el Gran Amor de Jesús por nosotros.

Que la Virgen de Luján nos acompañe en este Año de la Misericordia y que nos indique el camino del amor y del servicio a nuestros hermanos.

¡Feliz Pascua de Resurrección!

Ernesto Giobando sj
Obispo Auxiliar de Buenos Aires

Vicaría de Niños

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