martes, 4 de abril de 2017

Nuestro Altarcito

Hallarse en camino juntos

Nuestro Altarcito quiere ser un espacio de reflexión para alimentar en nosotros el deseo de acompañar la religiosidad y espiritualidad de nuestros niños,  recuperando y recreando los diferentes modos de expresar el Don de la Fe.
En esta ocasión queremos hacerlo desde la experiencia de hallarnos en camino juntos…, hallarnos en camino juntos con Jesús. Juntos con tantos niños cuyos rostros y nombres embellecen y orientan nuestro caminar. Deseamos seguir dejando huellas con la frescura original del Evangelio porque somos Iglesia peregrina.
Cuando caminamos junto a nuestros niños compartiendo la alegría de Jesús Resucitado, descubrimos lo que ellos necesitan y advertimos como encender sus vidas!!, lo cual implica una permanente escucha amorosa. Para esto tenemos que animarnos al acompañamiento personal de los procesos de crecimiento de los niños, con una mirada cercana capaz de contemplar, conmoverse y detenerse ante ellos cuantas veces sea necesario. El Papa dice que los “agentes pastorales pueden hacer presente la fragancia de la presencia cercana de Jesús y su mirada personal” (EG 169), es el «arte del acompañamiento», donde todos aprendemos a quitarnos las sandalias ante la tierra sagrada del otro (cf. Ex 3,5). Y siempre cuidando la fragilidad…, Jesús, el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona, se identifica especialmente con los más pequeños. (cf. Mt 25,40). (EG 209).
Mientras avanzamos y tenemos la valentía de hallarnos en camino con otros, en modo especial con los más pequeños, siempre sentiremos que Jesús nos invita a sacarnos las sandalias…porque estamos ante terreno sagrado. La vida de cada niño es sagrada porque está en el corazón misericordioso de Dios Padre, y por lo tanto en el corazón de la Iglesia. 
Los niños, destinatarios y a su vez compañeros de camino de la dulce y confortadora tarea de evangelizar, nos ayudan a recordar que “en todos los bautizados, desde el primero hasta el último, actúa la fuerza santificadora del Espíritu que impulsa a evangelizar; cada miembro del Pueblo de Dios es discípulo misionero” todos llevamos este tesoro… niños y grandes. (cf. Mt 28,19) (EG 119- 120). En el camino de Jesús siempre nos hallamos junto con otros…, no estamos solos, somos comunidad en camino y deseamos vivir esta nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría de Jesús Resucitado.
Tu corazón y el de cada agente pastoral sabe que no es lo mismo la vida sin Él; entonces eso que descubriste, eso que te ayuda a vivir y que te da una esperanza, eso es lo que necesitás comunicar a los niños. Por supuesto que todos estamos llamados a crecer como evangelizadores y en ese sentido, nos urge dejarnos evangelizar constantemente, (EG 121) por los más pequeños, con quienes compartimos esta hermosa misión! Piensen o recuerden que cuando un niño descubrió una cosa Nueva y Buena, o la Buena Nueva es el primero en comunicarlo con frescura y alegría, ¡dejémonos contagiar por ellos!

¡Qué hermoso es tener la capacidad de hallarnos siempre en camino…, en camino para anunciar la alegría de la Vida Nueva en Jesús!

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