miércoles, 3 de mayo de 2017

Encuentro de Preparación: Susurradores

Siguiendo en clave sinodal hoy trabajaremos la escucha, que venga de lo más profundo de nuestro corazón.
Pero… ¿qué es la escucha? La escucha es la capacidad para poder utilizar el oído de una manera atenta, con el fin de aprender y comunicar, escuchar es más que oír. En la escucha está la verdadera comunicación. Escuchar es estar presente. Es una recepción. Sin escucha, no hay una correcta comprensión y posterior integración de los mensajes recibidos.
La actitud de escucha está relacionada en cómo nos posicionamos frente al acto de escuchar. Este posicionamiento nos permitirá  llevar a cabo las acciones necesarias para practicar una escucha eficaz.
Este tiempo de Pentecostés, en clave sinodal, será  entonces una buena oportunidad para disponernos a escuchar… Porque el Espíritu Santo viene cargado con un montón de palabras de Amor.
Pero cómo podemos lograr una escucha atenta en medio del ruido constante en el que vivimos, de la distracción permanente, cómo podremos detenernos ante el mundo veloz en el que se vive, donde parece que todo es a toda velocidad, en una prisa constante, atropellando todo lo que nos rodea.
Será cuestión entonces de hacer un alto en el camino, detenernos un instante, para ralentizar el tiempo y escuchando, disfrutar de la palabra para luego transmitirla.
Y ¿qué pasa si no podemos percibir la Palabra de Dios con nuestros oídos?
Entonces lo haremos con nuestras manos, nuestros ojos, con nuestro cuerpo y sobre todo con nuestro corazón.
Porque Dios comunica su Palabra de infinitas maneras. Por eso la Biblia está llena de signos y gestos.
DIOS nos habla susurrándonos al oído y al corazón. Lo susurros de Dios son la cosa más linda que podremos sentir.


Recurso: SUSURRADORES

¿QUÉ SON LOS SUSURRADORES? Los susurradores son tubos de cartón que sirven para transmitir poesías o coplas que se recitan al oído.
¿PARA QUÉ SE UTILIZAN?La acción de susurrar es -de alguna manera- la pretensión de ralentizar el tiempo, una irrupción que nos invita a detenernos un instante en este apresurado mundo para gozar de la palabra”.
¿CÓMO SURGEN LOS SUSURRADORES? Surgen a partir  de un grupo francés; Les souffleurs, desde el año 2001, pensando en desacelerar la locura del mundo, salieron a susurrar poesía en ámbitos académicos de París. El grupo, que popularizó este gesto llegando a susurrar entre cientos de personas por todo el mundo, está conformado por poetas, artistas plásticos, músicos. Ellos se visten de negro y esgrimiendo largos tubos de cartón o de fibra, a veces con sombreros o paraguas también negros.
¿CÓMO SE UTILIZAN? Un extremo del tubo se coloca en la oreja del oyente y por el otro extremo los susurradores comienzan a relatar poesías, coplas o frases. El cartón logra un efecto sonoro similar al colocarse un caracol al oído y esto juega con las sensaciones del espectador.

PRIMER MOMENTO

Entonces,  el día de encuentro previo a la fiesta de Pentecostés buscaremos en nuestras parroquias o colegios un lugar para congregarnos con los niños y jóvenes. Allí todos juntos nos dejaremos invadir por los diferentes ruidos que nos rodean, incluso los que provocamos nosotros mismos con nuestras conversaciones y movimientos. Podremos provocar una conversación espontánea entre ellos. Una vez sumergidos en el ruido, nos veremos sorprendidos por los susurradores. Que serán personas de nuestra comunidad, previamente elegidas; quienes podrán venir vestidas  de manera especial.
En cuanto a la vestimenta si no queremos respetar el color negro original, lo podremos hacer vistiendo de rojo, ya que es el color que nos acompaña en este tiempo, también podrán entrar con paraguas decorados, sombreros y todo aquello que los haga atractivos, para una primera impresión, siempre, por supuesto de manera positiva. Y si lo que traen son palabras de amor, por qué no colocar corazones en su vestimenta o llamitas. ¿Qué les parece?
Y por supuesto con sus susurradores.
Pero ¿Cómo hacemos los susurradores? Muy fácil.
Necesitaremos: tubos de cartón, preferentemente de los que vienen en las piezas de tela o sino los de rollo de cocina. Si usamos los de tela el impacto será mayor.
·         Materiales para la decoración: pintura acrílica o temperas, telas, papeles, lana, etc.
·         Adhesivo.
·         Mucha imaginación,  la impronta de cada uno.
Y manos a la obra!
Entonces bien, irrumpen los susurradores con el objetivo de susurrarnos al oído. Como es un susurro deberemos escuchar atentamente y para poder escuchar, necesitaremos del silencio. Para lograr el clima será muy importante el rol que tenga quien guíe este momento.
Dependiendo como se predispongan los niños o jóvenes, los susurradores le preguntarán si pueden susurrarle algo al oído o lo harán directamente. Con la palabra vendrá la emoción en los ojos, la  alegría en la sonrisa, el secreto de lo escuchado, el silencio y la calma que fluye mágicamente. El susurro también podrá venir acompañado de gestos y señas.
Recuerden que la manera de trasmitir la palabra será susurrando, solo así. Por lo cual si hay actitud de escucha no quedará otra opción que el silencio, pues si no se perderán los susurros.
Y ¿qué vamos a susurrar?
El Espíritu de Jesús no tiene un mensaje distinto que decirnos que el de Jesús. Es quien nos recuerda (“re-cordar”, significa "volver a pasar por el corazón) lo que Jesús nos dijo, la sustancia de su mensaje. Y eso será  precisamente lo que a vamos a transmitir, a susurrar.
Dejemos que el Espíritu Santo se convierta en memoria de Jesús. Que nos traiga el recuerdo del Evangelio... Como el Espíritu  ha sido derramado en nuestros corazones y se une a nuestro propio espíritu, también podremos susurrar aquellas palabras que salgan  espontáneamente del corazón.

SEGUNDO MOMENTO

Fuimos susurrados, ahora nos toca  susurrar a otros, ahí está nuestra misión. Anunciar la Palabra de Dios. ¿A quienes? A todos! Familia, amigos compañeros, vecinos. Sean adultos, jóvenes o pequeños.
Para ello, cada niño confeccionará su propio susurrador, ahí recomiendo utilizar los de rollo de papel, usando la técnica qué les parezca más adecuada. Luego cada niño o joven se llevará su susurrador.

Buscaremos con ellos que susurrar. Eso dependerá de las edades. Busquemos un texto breve y fácil de recordar. Para ello pensaremos con ellos qué queremos transmitir.


También al susurrador le podremos colocar un colgante de corazón y dentro del corazón escribir el mensaje a transmitir.
Con el mensaje listo y los susurradores llenos de color, a susurrar a todos! Será una forma distinta de dar y recibir un regalo.

TERCER MOMENTO

Fuimos susurrados y susurramos a otros, ahora llegó el momento de susurrarle a Dios elevando nuestras intenciones.
Pero... ¿qué queremos susurrarle a Dios? Busquemos en nuestros corazones, pensemos juntos nuestras intenciones, apuntémoslas, y luego llevémoslas a la gran fiesta de la Misa, para  allí ser presentadas.
Te puedo susurrar algo al oído? Sumergite en los susurros de Dios, porque ellos están llenos de Amor. Jesús por medio de su Espíritu Santo, tiene algo que decirte, con su Palabra y sus gestos.
Nos gustaría saber cómo quedaron los susurradores en tu comunidad, te invitamos a enviarnos fotos de los mismos a nuestra página.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario