martes, 9 de mayo de 2017

Recurso catequístico para la fiesta por Mónica Gomez

Convencidos que estamos aquí porque el Espíritu lo quiere e insiste en ello, celebremos esta fiesta con sus elegidos, a ver si nos contagiamos de ellos para construir la comunidad.
Este año, los que lo deseen pueden acercarles esta narración con mímicas. Para ello vamos a necesitar:

·         unos 4 jóvenes o adolescentes que vayan haciendo la mímica del grupo de amigos.
·         El relator o relatora, que lea pausadamente y que sepa narrar. Deberá hacer espacios de silencio para que se desarrollen los movimientos.
·         Un personaje que haga del Espíritu Santo, con capa roja y que puede venir acompañado de llamas de fuego. Este personaje tendrá una tijeras enormes para cortar las redes.
·         Elementos: mucha soga para hacer un gran enredo.
·         Celulares, controles de play, tablets, etc
·         Un corazón enorme, y siluetas de ojos, manos, orejas, boca, pies,  (puede ser un castillo)
·         Música: ruido de objetos electrónicos y jueguitos, ruido de confusión, música suave para la narración.
·         (podría hacerse medio un descontrol, pero estaría bueno llevar lana o piolín y enredarse en cada banco)

Había una vez un grupo de amigos que se conocían  desde hacía unos años en el colegio. Sabían sus nombres, conocían sus gustos, se amigaban, se peleaban, jugaban y de divertían.

Aunque de a poco, y también rápidamente, sus juegos se volvieron diferentes, jugaban de lado, y sin mirarse, con la Tablet, el celu, la play. Sí, podían jugar de lado y hasta de espaldas.
Podían jugar horas mirando sólo hacia adelante, tal es así que alguno se había ido y no se daban cuenta.
O peor , alguien estaba triste y no se daban cuenta, alguien estaba muy feliz y no podía ni decirlo porque a nadie le interesaba.

Por suerte supieron que su amistad así corría peligro y decidieron comunicarse, pero  sucedió que entonces más que juntos se sentían amontonados, por qué no lograban comunicarse.
¿Qué había pasado? Parece que quedaron atrapados en las redes… Sí sí, como les digo, había comenzado con los mails, que yahoo, que Gmail, que Hotmail
(esto último se lee lentamente y a medida que se va mencionando una red se van presentando sogas que los van atando) cuando abandonaron esa antigüedad, comenzó Facebook, luego twiter, instagran, mensaje de texto, whatsapp………(agregar todos los que yo no conozco).

Cuando se dieron cuenta vieron que quedaron totalmente EN RED ADOS. (los chicos se caen al piso, se revuelcan , se incorporan, bien visibles , y hacen gestos desesperados por desarmarse).

Y esto, amigos míos no pasa sólo en este momento, en este siglo, siempre hubo redes que atrapaban a las personas, la red del egoísmo y del individualismo, qué me importan los demás.

La pregunta es cómo salir de allí y seguir estando juntos pero no enredados ni amontonados.

La respuesta es siempre la misma: hay alguien capaz de romper esas redes y liberarnos, de devolvernos los sentidos para que podamos vernos, escucharnos, entendernos, conocernos para luego amarnos.

Y ¿quién es? No lo vemos pero está en todas partes Es como un bombero, pero que además de agua echa fuego, es como un superhéroe, con los poderes del universo. Como un constructor de castillos.

Y si yo lo dibujara haría algo así: (entra como un superhéroe vestido de rojo con una capa y una gran tijera empezando a cortar las redes y poniendo a los chicos de la mano formando una ronda) (esto lo hace lentamente mientras se lee lo que sigue)

No lo inventó nadie, viene del Padre y del Hijo, lo mandaron ellos, para que haga un castillo en nuestro corazón y viva allí. Y allí empezó a trabajar, nos dio sentidos nuevos: nos abrió ojos en el corazón para que veamos con poderes extraordinarios lo que le pasa a los demás, nos puso oídos del corazón para que escuchemos como canta la creación, cómo me quiere mi familia, cuánto me necesitan mis amigos y también los que no lo son, pero sobre todo oídos para escuchar a Dios.

Y nos dio manos nuevas, invisibles, para acariciar el dolor de los que sufren, y dar al que no tiene, porque nos mostró que lo que me sobra a mí, a otro le falta y nos llenó de fe, esperanza y caridad, y cuando ya parecía estar todo, puso en el corazón una nueva boca capaz de hablar con Dios y decirle cuánto lo queremos, y contarle eso a todo el mundo para hacerlos felices.

Y pies nuevos, que no se cansan nunca de caminar y contagiar ese amor.
(CUANDO SE VA DICIENDO TODO ESTO SE VAN PONIENDO CON CINTA O CON VELCRO EN UN CORAZÓN INMENSO, UNOS OJOS, UNA OREJA, UNAS MANOS, UNA  BOCA, UNOS PIES)

No dije cómo se llama, claro, adivinaron Espíritu Santo, es que vino un día como hoy y cortó todas las redes que ataban de miedo a los apóstoles y discípulos en el día de Pentecostés.

Y cuando dejamos que el Espíritu haga su trabajo no hay redes, hay lazos, hay puentes, hay abrazos, amor y alegría y manos que se atan para trasmitir su amor.

ENTONCES, AHORA: LOS QUE QUIEREN RECIBIR ESE PODER Y HACER DEL CORAZÓN UN CASTILLO DONDE EL ESPÍRITU SANTO VIVA Y HAGA MARAVILLAS NOS DAMOS LAS MANOS…
Y se lo pedimos al Espíritu Santo diciendo:

(como estamos de la mano , uno dice y los chicos repiten)

Querido Jesús
te queremos mucho
danos un corazón
igualito al tuyo.

Un corazón que te escuche
Y escuche a los demás.
Que siguiendo tus latidos
 nos haga caminar.

Un corazón grande,
lleno de alegría,
donde entren todos
con Vos y con María.



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